jueves, 21 de octubre de 2010

CESARE PAVESE. Trabajar cansa.




Poema de Cesare Pavese. Lavorare Stanca: TRABAJAR CANSA por Cesare Pavese.

Atravesar una calle para escapar de casa puede hacerlo un muchacho, pero este hombre que anda todo el día por las calles ya no es un muchacho y no escapa de casa. Hay tardes de verano en que hasta las plazas se vacían, tendidas bajo el sol declinante, y este hombre que llega a una alameda de inútiles hierbas, se detiene. ¿Vale la pena estar solo, para estar siempre más solo?Caminar por caminar; las plazas y las calles están solas. Es preciso detener a una mujer, hablarle y persuadirla de vivir juntos. De no ser así, uno habla a solas. Es por esto que a veces el borracho nocturno comienza a farfullar y relata los proyectos de toda la vida. No es verdad que esperando en la plaza desierta el encuentro se dé con alguno; pero quien va por las calles se detiene de vez en cuando. Si fueran dos, aun andando en las calles, la casa estaría donde aquella mujer y valdría la pena. En la noche, la plaza vuelve a quedarse vacía y este hombre, que pasa sin mirar las casas entre inútiles luces, ya no levanta sus ojos: sólo mira el empedrado hecho por otros hombres de manos endurecidas, como las suyas. No es justo quedarse en la plaza desierta. Es seguro que existe esa mujer en la calle que, rogándoselo, quisiera consolar esa casa.

Y en italiano:

Lavorare stanca. Attraversando la strada per allontanarsi da casa può fare un ragazzo, ma l'uomo che cammina tutto il giorno per le strade non è più un ragazzo e non lontano da casa. Ci sono pomeriggi d'estate, quando anche i posti vuoti, sdraiata al sole in declino, e questo uomo che viene a un centro commerciale di erbe inutili, si ferma. Vale la pena essere solo, per essere sempre più solo? Cammina cammina, le piazze e le strade sono soli. E 'necessario trattenere una donna, parlare e convincerli a vivere insieme. Altrimenti, uno parla da solo. Ecco perché a volte la notte ubriaco inizia a farfugliare e riguarda i progetti di vita. E 'vero che in attesa in piazza vuota la partita viene data a qualcuno, ma che non si fermerà per le strade di volta in volta. Se fossero due, anche camminando per le strade, la casa dove la donna e varrebbe la pena. Di notte, la piazza torna alla vuota e questo uomo, non guardare le case da luci non necessarie, e non alzare gli occhi: basta guardare la pavimentazione fatta da mani di altri uomini induriti, come loro. Non è giusto restare sulla piazza deserta. Sicuramente non vi è che la donna in strada, rogándoselo, ho console quella casa.

miércoles, 6 de octubre de 2010

“El sadomasoquismo es la única actividad sexual exclusivamente humana”

OLIVIA JUDSON, BIOLOGA evolutiva INGLESA

Realizó investigación básica, pero se hizo famosa con un libro en el que aconseja a animales con problemas sexuales. La “Rampolla de las bestias” revela en qué nos parecemos y qué es lo que nos diferencia de ellos


De visita. Judson, en el Zoológico de Buenos Aires. Allí explicó por qué estudiar el comportamiento sexual animal ayuda a entender a los humanos.

Cada vez que le hablan de su alter ego, la Dra. Tatiana –la sexóloga de animales de su libro–, la bióloga evolucionista Olivia Judson pone cara y voz de bomba sexy. Y si bien se ríe ante sus propias ocurrencias sexuales, lo suyo es completamente serio. Y científico.
Como todos sus colegas darwinistas, está convencida de que el ser humano es un animal más y que las conductas tan dispares que se ven a simple vista tienen antecedentes y, quizás, hasta una firme base genética: homosexualidad, monogamia, poligamia, masturbación y demás. La única excepción, dice, son las actividades más extremas de sadomasoquismo, de las que por lo que se sabe, se abstienen los animales. “Es la única actividad sexual exclusivamente humana”, dijo la bióloga de Oxford y el Imperial College de Londres.
Judson, de vacaciones en Buenos Aires (donde baila tango y toma clases de español cada día) antes de incorporarse a un beca que la tendrá en Berlín durante seis meses parar prepar su próximo libro, dijo en diálogo con este diario que “saber más de los animales y tratar de ver el mundo desde su punto de vista también ayuda a entender la sexualidad humana”.
En su obra Consultorio sexual de todas las especies, traducida a 16 idiomas, la doctora Tatiana da consejos a las bestias más atormentadas por problemas sexuales, a la manera de ciertas revistas femeninas. La historia preferida de la misma autora es la de la abeja reina que le escribe a Tatiana: “Estoy preocupada, doctora, todos mis amantes me dejan sus genitales dentro del cuerpo y luego mueren instantáneamente. ¿Esto es normal?”. Y es verdad, cuenta Judson, que cuando el macho de la abeja alcanza su clímax, explota y su semen sale así de su cuerpo. “Tienen una sola relación sexual en toda la vida, si es que la tienen. El tema es ver cómo evolucionó eso. Y la respuesta está en que hay mucha competencia entre machos. Muchos lo intentan y pocos lo logran”, expresó.

Otros. El caso siempre citado de canibalismo sexual es el de la mantis religiosa (o “tatadiós”), cuyo macho se transforma en comida para la hembra, que lo mata al momento de la inseminación, lo que hace que su debut sexual sea también su despedida. “Pero no se trata de algo cooperativo”, señaló Judson. “Según varias fuentes, el macho hace razonables esfuerzos por no ser capturado por la hembra, que finalmente casi siempre lo come. Se resiste, no es un sacrificio, como el que sí hace la araña conocida como viuda negra, cuyo macho es cien veces más pequeño. Es muy extraño el modo en que copulan”, se rió.
Pero la idea de Judson es trascender los ejemplos graciosos, tristes o patéticos. El sexo –por el modo en que nos interesa, por el lugar que ocupa en nuestras vidas– es una de las claves de la propia existencia humana. “Lo importante de estudiar el sexo de los animales es que brinda un acercamiento a todo el espectro de posibilidades sexuales y nos hace ver como parte de algo más grande, de la naturaleza”, explicó.
“No creo que sirva para justificar el comportamiento humano, pero sí para explicarlo. Por ejemplo, en muchos animales la violación existe, lo que no significa que esté bien, claro. Pero potencialmente puede ayudarnos a explicar qué biología hay detrás de eso. Comprender la sexualidad animal nos habilita a mirar en un espejo para vernos y saber dónde encajamos en ese amplio espectro.”
Darle voz humana y sentimientos a los animales puede llevar a preguntarse qué es intuitivo y qué no en ellos, y por qué actúan como lo hacen. ¿Los animales realmente gozan del sexo? ¿Por qué la hembra humana y la del bonobo son las únicas que experimentan el orgasmo? “Es muy difícil saber con exactitud el grado de placer que obtienen los animales. En los primates parecería que sí experimentan placer. También un gran número de animales se masturba, y uno imaginaría que eso les provoca algo en algún sentido y que por eso lo hacen; un buen ejemplo es el delfín.”

Genes. De todos modos, y como dicen que dijo Sócrates, lo cierto es que aún se sabe poco de los verdaderos fundamentos de la vida sexual humana.
“Sobre las bases genéticas del sexo no sabemos nada. Hay algunas hipótesis, respecto del componente genético de la homosexualidad, por ejemplo, pero no está claro. Lo mismo con la monogamia y la promiscuidad, que parecen tener alguna base genética, porque son comportamientos que se repiten en abuelos, padres e hijos. Pero faltan investigaciones más profundas.”
De sexo nadie puede decir “lo sé todo”. Ni siquiera la Dra. Tatiana. Ella (o tal vez Judson) concluye: “El sexo es una fuerza especialmente poderosa y por eso las religiones buscaron y buscan tanto controlarlo. Y comprenderlo es tan importante como disfrutarlo”.