lunes, 30 de mayo de 2011

Con nombre y apellido.



Madrugadas atrás, en la pista de vuelos privados del Aeroparque Jorge Newbery, un grupo de CEO y empresarios subió a un Jetstream 32 turbohélice bimotor rumbo a los viñedos mendocinos. Ahí estaban, entre otros, Cristiano Rattazzi, Mariano Rodríguez Giesso, Martín Cabrales y Julio de Marco. Todos invitados por Moët Hennessy Argentina para probar, antes que la mayoría, la cosecha 2007 de Cheval des Andes, vino mitad francés y mitad local que esta vez incluye Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot, Petit Verdot y Cabernet Franc.
El viaje, un lujo: a bordo, catering firmado por Francis Mallmann, que, ya en el Valle de Uco, los recibió de punta en blanco con una gran comilona a los siete fuegos: desde curanto de papas, endibias, repollitos de Bruselas e hinojos cocinados con piedras calientes bajo tierra, como para empezar, hasta membrillo cocido a la plancha con queso mascarpone, de postre.
Bajo el sol otoñal y con los Andes de fondo, los 16 comensales se dedicaron a extender la sobremesa, comentar la decoración (un bebedero fue transformado en frapera, y un viejo olivo seco, decorado con faroles...), taquear en la cancha de polo, caminar entre los viñedos y, a última hora, degustar puros y unas copas de coñac. Buen plan.

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